❖ Da un recorrido
por las vitivinícolas
Al igual que Parras, el área de Cuatro Ciénegas también cuenta con vitivinícolas con más de 150 años de tradición, de hecho, los vinos más antiguos de América se sembraron en este estado. En las vitivinícolas de este Pueblo Mágico es posible conocer el proceso de producción de la vid, disfrutar de catas y llevar unos cuantos vinos a casa.
En el siglo XIX llegó al pueblo el italiano Miguel Ferriño, quien desde 1860 inició una tradición singular: la de los vinos dulces, que siglo y medio después se decantan en Bodegas Ferriño y Vinos Vitali.
El primero ha logrado popularidad gracias a su vino Sangre de Cristo, aunque también destacan sus vinos moscatel y tipo jerez, su vino seco y su brandy. Mientras tanto, el segundo se orienta a los vinos dulces, pero se diferencia con selecciones de oporto, dulce rosado y tinto.
Lo que debes saber
Ambas casas vinícolas se localizan al norte de Cuatro Ciénegas y reciben visitas para hacer recorridos turísticos. Se recomienda conocerlos después de comer: los vinos pueden ser digestivos ideales de la vasta gastronomía coahuilense.
❖ Date un chapuzón
en el río Mezquites
Entre las montañas de Cuatro Ciénegas hay ríos subterráneos, manantiales, lagos y ciénegas que dan vida a especies endémicas. Entre estos parajes destaca el río Mezquites, un paraje de aguas transparentes y azules.
Aquí, no sólo es posible nadar con un esnórquel para observar los peces, también se puede rentar un kayak y recorrer este desierto de la manera más insólita: ¡remando!
Si eres biólogo o estás interesado en estos temas, te encantará saber que es posible acampar en esta región. El murmullo del viento es el compañero perfecto durante la noche.
❖ Disfruta los sabores
de Cuatro Ciénegas
La gastronomía local es sorprendentemente variada para un pueblito tan pequeño como este. Aquí es posible encontrar muchos platillos regionales del norte de México y también algunos, digamos, “endémicos”.
Dos de los guisos típicos de este Pueblo Mágico son el cortadillo y el queso con chile.
El primero se hace con carne de res cortada en cuadros pequeños y preparada con una salsa de chile, jitomate y cebolla.
El segundo, según dicen, era el desayuno preferido de don Venustiano Carranza (incluso en sus tiempos de Presidente de la República en la Ciudad de México) y es también un guiso sencillo que combina los dos ingredientes que le dan nombre.
Ambos son muy recomendables, sobre todo por la gran calidad de los productos locales con que se elaboran: carnes, lácteos, chiles y verduras.
Pero, atención, otros guisos norteños son aquí excepcionalmente buenos: por ejemplo, los caldosos como el mole de olla, las variedades de caldo de res y el menudo; también los chiles rellenos y las gorditas.
El chorizo de aquí es delicioso. Y la carne seca desmenuzada, que en otras partes de México llaman machaca y aquí machacado, resulta formidable. Unos huevos con machacado de desayuno hacen que uno pase todo el día de buen humor.
Y aun los tacos piratas –carne asada con queso en tortilla de harina– del restaurante El Doc, frente a la Plaza Principal, resultan espléndidos.
En cuanto a postres no faltan las conservas de calabaza y biznaga, los dulces de leche y nuez y una sabrosa variedad de pan dulce, llamado pan pobre.
Desde luego, una revisión de la gastronomía de Cuatro Ciénegas no estaría completa sin los imprescindibles vinos generosos locales, cuya tradición es de siglo y medio.
Otras actividades
❖ Pasea en bici por la zona de las pozas