❖ Casa Grande
Entra a la Casa Grande de la hacienda, ahora un museo abierto al público únicamente los fines de semana. Pon atención al mapa de 1875 que da cuenta de la extensión de la finca: fue trazado por Ferdinand von Rosenzweig, el mismo ingeniero austriaco que construyó el Paseo de la Reforma en la Ciudad de México.
Verás, entre otras cosas, roperos, aguamaniles, camas de latón, un comedor del siglo XIX, la cocina de hornillas de leña, algunos instrumentos de pesca, el retrato en blanco y negro de don Manuel Cánovas, así como el tocador que le regaló Porfirio Díaz a Guadalupe Cánovas el día de su boda.
❖ Hacienda de Jalpa
A finales del siglo XIX, Guadalupe Cánovas heredó de su padre el terreno donde se levantaría la Hacienda de Jalpa. Hoy día, de aquella construcción sólo sobrevive el antiguo casco, que actualmente funciona como museo.
Alrededor encontrarás algunos de los edificios que formaron parte de la finca: las trojes, la tienda de raya, la casa del administrador y el santuario de Guadalupe.
Dos tercios de la propiedad se componía de valles y cerros y su sistema de irrigación —uno de los más impresionantes— trabajaba la tierra mediante presas y canales. Cereales, alfalfa, trébol y pastizales de alta calidad eran algunos de los productos que se cosechaban.
❖ Plaza principal
La plaza principal está rodeada de edificios de los siglos XVII, XVIII y XIX, así como de viejas casonas con increíbles detalles arquitectónicos en sus fachadas. No pierdas la oportunidad de probar platillos típicos y antojitos en las fondas del Mercado Municipal.
Los fines de semana puedes aprovechar para disfrutar de un raspado de frutas de la región, de jaleas artesanales o de un dulce de membrillo y nuez (ambos cosechados en los campos de este Pueblo Mágico).
Otros atractivos:
❖ Hacienda Atotonilquillo y Cañada de Negros
❖ Museo Luis Cabrera
❖ Parroquia del Señor de la Misericordia